sábado, 13 de junio de 2009

LA SALVACION de Adolfo Bioy Casares




Es una historia de tiempos y de reinos pretéritos. El escultor paseaba con el tirano por los jardines del palacio. Más allá del laberinto para los extranjeros ilustres, en el extremo de la alameda de los filósofos decapitados, el escultor presentó su última obra: una náyade que era una fuente. Mientras abundaba en explicaciones técnica y disfrutaba de la embriaguez del triunfo, el artista advirtió en el hermoso rostro de su protector una sombra amenazadora. Comprendió la causa. "¿Cómo un ser tan ínfimo" - sin duda estaba pensando el tirano - "es capaz de lo que yo, pastor de pueblos, soy incapaz?".Entonces un pájaro, que bebía en la fuente, huyó alborozado por el aire y el escultor discurrió la idea que lo salvaría. "Por humildes que sean" - dijo indicando el pájaro - "hay que reconocer que vuelan mejor que nosotros".









BIOGRAFIA ( 1914-1999 )






Nació, vivió y murió en Buenos Aires. A diferencia de otros escritores contemporáneos, Bioy Casares no necesitó exiliarse en ninguno de los períodos más duros de la historia argentina, quizás por provenir de una familia burguesa acomodada, que le permitió dedicarse exclusivamente a su literatura. Hijo de un padre que había incursionado en las letras, desde pequeño Bioy tuvo contacto con los grandes clásicos de la literatura universal, a lo que le sumó un pasaporte atiborrado de viajes a Europa que le fueron confiriendo un estilo definido, tanto en su obra como en su vida, convirtiéndolo en un verdadero dandy.
Su primera publicación fue Prólogo, que escribió a los 15 años y logró publicar gracias al pago de la edición, por parte de su padre. En 1932, en casa de Victoria Ocampo, conoce a Jorge Luis Borges, quien se convertiría en un inseparable amigo y con quien escribirían páginas magistrales. "Éramos muy amigos con Borges - cuenta Bioy en una entrevista - nunca nos dábamos textos para que el otro los viera, pero cada vez que uno de nosotros había inventado una historia que podía ser un cuento o una novela, se la contaba al otro. Siempre es agradable que a uno le cuenten cuentos".
En 1934 conoce a Silvina Ocampo, quien año después se convertiría en su esposa. Ese mismo año abandona sus estudios de filosofía y letras y comienza a publicar sus primeras novelas. A partir de entonces el prestigio de Bioy Casares es cada vez mayor, ayudado por una excelente prosa que dibuja o bien ingeniosas historias donde el amor es un tema recurrente, o bien intrigantes policiales plagados de guiños. Se suceden Tormento o la vida múltiple de Juan Ruteno (1935), La estatua casera (1936), Luis Greve, muerto (1937); su obra cumbre, La invención de Morel (1940), Plan de evasión (1945), La trama celeste (1948), El sueño de los héroes (1954), El lado de la sombra (1962), Diario de la guerra del cerdo (1969), El héroe de las mujeres (1978), y otros trabajos individuales y en colaboración con Borges. Muchas de sus obras fueron llevadas al cine. En 1991 recibe en Alcalá de Henares el Premio Miguel de Cervantes, coronando un trabajo de amplio reconocimiento internacional.
Bioy Casares murió en Buenos Aires, a los 84 años, luego de una serie de complicaciones ocasionadas por su avanzada edad. Poco tiempo antes había expresado uno de sus últimos deseos: "No me gusta nada la idea de morir. Si pudiera vivir quinientos años aceptaría y pediría: ¿'no puede darme unos más?'."




Fuente: Educar.org


Melan.

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